Uno de los momentos más complejos durante la carrera de los artistas es el de vender sus obras, pues muchas veces no se sabe cómo o cuánto cobrar por ellas. Entendemos que a veces puede ser confuso saber cómo darle el valor correcto a tus obras de arte, en especial porque no tenemos una fórmula exacta para determinar cuál es el valor de nuestras obras. Hablamos con el Artista y Profesor de la Universidad Javeriana de Bogotá, Gabriel Silva Rubio, quien nos compartió algunas formas en las que los artistas podemos guiarnos para darle valor a las obras de arte. ¡Acá te compartimos sus tips!
Darle valor a tu arte y a todo lo que conlleva realizarlo
Es importante entender que las artes visuales o el ser artista visual es una profesión, un trabajo como muchos otros, pues aunque tiene unos objetivos más epistemológicos y no tan lineales, es la forma de sustento de muchas personas y por lo tanto se debe abordar como tal. Una vez se tiene claro que las artes visuales son una forma de conseguir ingresos, es importante empezar a evaluar el proceso y el trabajo que se dedica en la realización de las obras. En una obra no solo se invierten materiales –los cuales representan una inversión que debe ser recuperada al vender la obra–, sino también tiempo, mano de obra, imaginación, investigación, planeación, etc. Estos son factores muy importantes a tener en cuenta y por eso decimos que no es una fórmula exacta, pero nos ayuda a dimensionar el valor a la hora de fijar un precio.
Buscar galerías que trabajan con artistas similares a ti
Aunque pueda parecer obvio, compararse con otros artistas que están vendiendo obras parecidas a las tuyas puede ser una buena forma de hacerse una idea del valor estimado que el mercado le da a las obras de artistas como tú. Y con eso no nos referimos únicamente al estilo artístico, sino también a la experiencia y formato. Es muy importante saber cómo se están vendiendo trabajos de estilos parecidos para poder estimar en cuanto se pueden vender tus obras y que tan relevantes son en el mercado actual.
Participar en concursos y convocatorias
Cuando se participa en convocatorias para premios y becas, normalmente se le entrega un incentivo -casi siempre monetario- al ganador y algunos reconocimientos a artistas destacados. En ocasiones, estos premios pueden ayudar a establecer el valor de esas obras y de otras que se le asemejen. Pero es importante no llegar a los extremos, pues estos premios suelen ser incentivos para la creación, por lo que son altos. Lo ideal es encontrar un punto medio en el que el valor que se le da a las nuevas obras, esté en sintonía con el premio recibido, pero no sea exagerado, con el fin de que los compradores se interesen más en adquirir las obras a precios razonables.
Darle un valor a la trayectoria y a la experiencia
Cuando se trata de obras de arte, la experiencia y el reconocimiento del artista suelen ser un factor determinante a la hora de fijar los precios. Un artista emergente suele tener menos ofertas y de menor valor en el mercado, a diferencia de un artista consolidado que lleva años creando obras de forma constante y dedicada. Y aunque llevar mucho tiempo en el mercado no es sinónimo de que un artista venda sus obras a un alto monto, las galerías y las casas de subastas suelen hacer un reconocimiento y apostarle a artistas que prometen, que se han destacado y han estado presentes por más años.
Ahora bien, esto no significa que los artistas jóvenes no tengan lugar en el mercado o que tengan que esperar demasiado tiempo para poder ser tenidos en cuenta, sino más bien que el precio de las obras de arte debe ser razonable teniendo en cuenta la trayectoria, la demanda de obras de su estilo en particular, la carrera del artista y las tendencias del mercado. Por esto, es recomendable que el valor de las obras de un artista vaya incrementando a lo largo de su carrera, de forma lenta y acorde a sus logros.
En resumen, al arte, más que asignarle un precio mediante una fórmula fija, debe asignársele un valor que tenga en cuenta todos los aspectos involucrados en la realización, exposición, difusión y relevancia para el mercado de una obra. Según menciona el maestro Gabriel Silva, cuando el arte se hace de forma consciente, consistente y se vende de forma honesta, es más probable que el artista pueda llegar a alcanzar el éxito en su carrera. No se trata de ver quién vende más o de quién lo hace mejor técnicamente, se trata de crear algo que realmente tenga sentido para el artista y que pueda dar cuenta de todos esos procesos que hay detrás de la creación de una pieza. Ese es el verdadero valor de las obras de arte.